EL JUICIO RÁPIDO
Un juicio rápido es aquel procedimiento judicial en el que se intenta resolver algunos delitos de una manera mas ágil y simple. El juicio rápido se utiliza principalmente cuando los delitos son considerados como delitos leves o flagrante, lo cual quiere decir, que fue sorprendido en el acto cometiendo el delito, y el investigado admite los hechos.
Es un procedimiento judicial especial.
¿Cuándo se utiliza o se aplica un juicio rápido?
Se puede aplicar por ejemplo cuando:
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El delito que se ha cometido o que se investiga tiene una pena de hasta 5 años de prisión o sanción económica.
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Cuando el detenido ha sido sorprendido en flagrancia o hay pruebas claras, quiere decir que se le ha sorprendido cometiendo el delito.
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Cuando los hechos no requieren una investigación compleja.
Existen varias fases en un juicio rápido:
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Detención o denuncia: Debe de existir una detención o denuncia previa
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Citación al juicio o comparecencia en el juzgado de guardia del investigado:
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Si hay conformidad entre las partes, el acusado puede ser citado rápidamente o incluso juzgado en el mismo juzgado de guardia.
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El acusado tiene derecho a asistencia letrada desde el inicio.
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Acto de juicio rápido: ¿Cómo se celebra el juicio?
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Se celebra ante un juez de instrucción o de guardia.
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El fiscal presenta la acusación.
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El acusado puede aceptar los hechos y conformarse con la pena propuesta por el fiscal, es decir, se podría llegar a una conformidad. Si acepta, la pena se podría reducir en un tercio.
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Sentencia:
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Si hay conformidad, el juez dicta sentencia en el momento del acto.
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Si no hay conformidad, el caso pasa al procedimiento abreviado para su desarrollo normal.
¿Cuales son las ventajas del juicio rápido?
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Reducción de penas si hay conformidad.
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Resolución más rápida del conflicto.
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Menor coste y carga judicial.
Algunos ejemplos de delitos juzgados por juicio rápido:
